miércoles, 31 de marzo de 2010

Rama y Alá

Cuando vemos de nuevo una excelente película, descubrimos en ella sutilezas que antes habíamos pasado por alto. Así me ocurrió recientemente cuando disfruté por segunda vez ¿Quiere usted ser millonario? (Título original en inglés: Slumdog Millionaire), la muy galardonada cinta británica. Comedia y tragedia reunidas, ¿Quiere usted ser millonario? narra las aventuras y desventuras de Jamal, un joven musulmán de las barriadas de Mumbai, desde su temprana y paupérrima niñez hasta su exitosa participación en un adinerado concurso de conocimientos de una cadena de televisión india. El comentario que hace Jamal cuando la pregunta de turno es acerca de Rama, el dios más popular de la religión hinduista, fue el motivador de esta nota.
En Mumbai, la tercera urbe de nuestro planeta, viven casi veinte millones de habitantes, la mayoría de los cuales (68%) son hinduistas con un importante segundo lugar (25%) para los seguidores del islam. Al igual que en otras ciudades de la India, esta pronunciada polarización conduce frecuentemente a violentas luchas religiosas. En nuestra película, durante una asonada hinduista en la barriada donde subsiste Jamal, aún niño entonces, es asesinada su joven madre.
Mientras que los musulmanes adoran a Alá como su único Dios, los hinduistas, más polifacéticos, tienen centenares de deidades; Vishnú, el Omnipresente, con sus numerosas expresiones y reencarnaciones, representa el nivel cumbre de la jerarquía divina. El renombrado Rama, su más importante reencarnación, es siempre caracterizado en sus imágenes sosteniendo en sus manos un arco con sus flechas como armas simbólicas del adiestramiento permanente para batallas campales.
Una de las preguntas que Jamal debe responder durante el concurso es justamente acerca de esos objetos, del arco y de las flechas, que exhibe el Rama mitológico en sus pinturas y estatuas. Tras formular el interrogante correspondiente, el animador del programa indaga cauteloso: “¿Conoce usted la respuesta?”. El comentario de Jamal fue lo que no discerní la primera vez que vi la película: “No podría jamás olvidarla, señor; si Alá y Rama no existieran, mi madre estaría viva”. ¡Hay tanta profundidad en el dolor y en la sencillez de esta frase!
Los conflictos de las culturas lejanas —hinduistas y musulmanes en la India, hinduistas y budistas en Sri Lanka, la religión gubernamental de Beijing y todas las demás religiones en China— tienen la misma raíz de las pugnas que están a la vuelta de nuestra esquina; la misma copa aunque con distinto contenido. En aquéllos, en los problemas lejanos, dado que ambas partes nos son ajenas, permanecemos indolentes y neutros. En los del mundo cercano, en cambio, tomamos posición inmediata y calificamos de fanáticos e intolerantes a los otros, a quienes no comparten nuestro punto de vista.
En toda creencia desprovista de respaldo racional se encuentran las semillas del fanatismo y, por ende, del conflicto y de la violencia. Sólo quienes carecen de creencias emotivas e infundadas pueden aseverar que no son sectarios. Por supuesto que las religiones no son el único territorio donde se trazan rayas limítrofes y donde se toma partido aunque, eso sí, ellas conforman el dominio más metafísico y etéreo. Pero los otros fanatismos —los raciales, los partidistas, los patrióticos, los deportivos— son igualmente dañinos tanto para el individuo como para toda la sociedad.
Ciertamente siempre es y siempre será demasiado difícil lidiar con cualquier forma de fanatismo, particularmente cuando nosotros creemos tener la verdad revelada. ¿Estaríamos dispuestos a agregar en la frase de Jamal, además de Alá y Rama, a todos nuestros propios dioses, celestiales y terrenales por igual, que si no existieran dejarían de causar tantas muertes y conflictos? Bien dice Thich Nhat Hanh, el monje vietnamita de budismo Zen: “Recta opinión es la ausencia de opiniones”.

Gustavo Estrada
Autor de Hacia el Buda desde el occidente

11 comentarios:

Maria dijo...

Los conflictos de la India tienen mas caracter racial que religioso.

Sandra dijo...

Me gusto este articulo, y es muy cierto eso de las extremidades de algunas personas en convertir sus creencias en violencias, y es que desgraciadamente, cuando se llega al fanatismo en cualquier creencia, ya sea religion o politica, los seres humanos las usamos como muletas para defendernos de las carencias que estas mismas a veces tienen.

Anónimo dijo...

Todos los fanatismos son repudiables,sólo la ciencia y el conocimiento científico,aproximarán al hombre a la verdad.Las religiones,son metafísicas y perversaspor naturaleza.

Carlos dijo...

Me gusta de la nota que muestra violencia contra en vez de por los musulmanes. Alguna vez tuve una larguisima tertulia electronica con alguien discutiendo si habia alguna religion que promulgaba la violencia mas que otras. Creo que, como dice este escrito, mas es el formar parte de un grupo asi sea de hooliganismo deportivo, o violencia politica, que algo exclusivo de una religion.

Sin duda lo peor es cuando hay violencia religiosa que ademas es fomentada por el gobierno. Por eso la importancia de las constituciones seculares.

BranKellao dijo...

The film is very, very good (won some Oscars) and the thema also. Use the power of the faith is an old way to manipulate the people, mainly the poor people without opportunities to change the game if a divine help.

That is the Niestche arguments when he said the Gods are dead. We must find out our soul, hapiness based on what we can do, on our reality.

Anónimo dijo...

Cuàntos Jamal deben haber surgido en Colomia gracias a la violencia parti-
dista?
Por què tienden a desaparecer los partidos que en su època dejaron tantas viudas y tantos huèrfanos? Si no existiera el narcotràfico y los violentos para-guerrilleros mi padre no habrìa muerto, dirà màs de un hijo.
De ahì la importancia de la palabra LIBERTAD (de opiniòn, religiosa, etc)

Ramon A. Neira dijo...

Me parece interesante como el autor se inspira en una frase mas del guion de una pelicula. Pero ciertamente el mensaje del cine va en aquellas frases stiles que a veces ni las escuchamos. todo vale par un reflexion , especialmente cuando es sobre uno de los grandes problemas de nuestro tiempo : El fanatismo. Ramon

Peter Pachón Bermúdez dijo...

Quizá el antídoto contra el fanatismo asesino originado en aquel temor de naufrago aferrado al madero flotante, sea conducer al fanatico al actuar sin conceptualizar, que es el motivo de sus temores...el que algo o alguien les arrebate su madero flotante que le permite sobrevivir en el mar de sus temores.

Llevarlo a que observe..mire cada cosa, cada persona y hasta cada pensamiento ajeno, sin objecion,sin apego...sin tomar partido sea cual sea la situacion
Así, quizá permita un clareo....por un instante, y de entre los nubarrones, pase un solo rayo de luz.
Luz intuitiva, segura, oportuna,siempre muy personal, muy personal...

Gustavo dijo...

Tiene usted razon, Peter. solo el silencio de la mente puede adormecer el fanatismo, que es la adiccion -el apego desordenado- a las ideologias y las creencias.

Anónimo dijo...

Como siempre, muy interesante, pero lo primero que se me ocurre sobre tu "aseveración , es : ¿ Hay alguna creencia religiosa provista de respaldo racional ?. Porque todas las religiones son simplemente clubes, manejados por unos vividores ( ¿ o alguien ya pudo probar la existencia de Dios ? ), comenzando por el presidente de nuestro club, que protege a unos abusadores de niños, que le administran a los miembros ingenuos ........Te aclaro que yo creo profundamente en Dios, y todos los días le recuerdo - aunque el tipo tiene buena memoria -, que yo sacrifico mi vida por cualquiera de mis cuatro hijos y siete nietos.
Pero por qué el presidente del club no elimina el torpe celibato ( que se lo inventaron en el siglo XI unos fanáticos administradores del club, a pesar de ir contra la naturaleza humana ) si, entre otras, además de poner en peligro a los niños, se priva de unos buenos elementos que abandonan la nómina del club, para tener una familia ?. Porque sencillamente, al eliminar el celibato, los de la nómina inmediatamente se casan y forman una familia, y trabajarán administrando el club, y con justa razón aspirarán a unos salarios para dejar algo de capital a su viuda y sus hijos, lo que pondría en peligro el inmenso capital del Vaticano ( aclaro que este último razonamiento - que comparto completamente -, lo expuso un billarista muy sapiente ).
Te sugiero que en tus escritos trates el tema muy antiguo, pero hasta ahora de actualidad, de los curas abusadores.

Clara Isabel Muñoz dijo...

Sin duda un excelente articulo. Gracias. Tampoco decerni sobre el comentario de jamal la primera vez que vi la pelicula e indagando sobre los dioses de la india me encontré este post.