lunes, 26 de abril de 2010

Confesión de un ateo budista

El título del libro Confesión de un ateo budista (Confession of a Buddhist Atheist, en inglés; aún no traducido al español) resume tres aspectos de su vida que Stephen Batchelor, el autor, quería compartir con sus lectores: su religiosidad —la confesión es una declaración de creencias religiosas—, su adhesión al Buda, y su ateísmo con el sentido de no-teísmo.
La "confesión" como tal, es un registro detallado de su evolución espiritual, que le lleva a una iluminación de un carácter muy diferente del de "las experiencias místicas ‘estándar’ de inmersión y unificación con el universo". Tal como la relata Batchelor, esta confesión, sincera y casi ingenua, que incluye diez años de vida monástica en la India, Corea y Suiza, describe vívidamente la viabilidad de aceptar la religiosidad de las Enseñanzas del Buda, sin suscripción a los dogmas religiosos de reencarnación y karma y sin renunciar a las cosas buenas y bellas de la vida
En cuanto al segundo punto del título, el “ista” del budista en el cual se convirtió el escritor está mucho más cerca del “ista”" de quienes tocan un instrumento (pianista, violinista) que del “ista” de los seguidores de una doctrina (socialista, comunista) o de los fanáticos de opiniones sesgadas (racista, machista). Usted no necesita de opiniones sectarias para ejecutar el piano o el violín, usted simplemente, si sabe hacerlo, los toca; no es necesario tener un credo especial para ser budista porque ser budista es una experiencia, una forma de vida, una “interpretación musical”. En este libro, el autor, un erudito impresionante, narra su proceso personal y reconstruye la evolución del Buda; ambas travesías son descritas con abundancia de detalles espirituales, históricos y geográficos.
Es bien sabido que en el Canon Pali no aparecen fechas. Sin embargo el autor propone una secuencia cronológica muy interesante de diversos eventos en la vida de Buda; ésta es la primera vez que he leído una propuesta de esta naturaleza. A pesar de que la tarea implica detallado análisis y mucho conocimiento, Stephen Batchelor es lo suficientemente humilde como para decir que la fuente de los datos en bruto ya existía en el Diccionario de términos pali (Dictionary of Pali Terms, en inglés) y que su papel consistió simplemente "la conexión de los puntos". En la realidad, este trabajo fue mucho más que eso y sólo podía ser ejecutado por alguien tan conocedor de las escrituras sagradas budistas como Batchelor.
Para describir sus puntos de vista cosmológicos y teológicos, la última porción del nombre del libro, Stephen Batchelor parece preferir el término "ateísmo" (como no-teísmo, repito), en contraposición a "agnosticismo" (la imposibilidad de conocer la realidad última), y evita utilizar (probablemente a propósito) la palabra "espiritualidad". Encuentro el punto de vista del autor muy cercano a la espiritualidad atea que el filósofo francés André Comte-Sponville define como "nuestra apertura y nuestra conexión con el infinito, lo eterno y lo absoluto." Sea como no-teísmo o como espiritualidad atea, estos planteamientos, renovados y renovadores, tanto de Batchelor y como de Comte-Sponville, son muy necesarias en el confuso mundo moderno que, aunque más secular todos los días, necesita ciertamente alguna forma de espiritualidad. Estos no-teísmos intelectuales conllevan un antiautoritarismo similar al del filósofo indio J. Krishnamurti (que rechaza dogmas y maestros y que Stephen Batchelor de cierta forma considera autoritario) y excluyen el anti-teísmo radical e intransigente de los “richarddawkinses” y los samharrises".
Hay abundancia de anécdotas interesantes y eventos históricos en el libro de Batchelor; ellos cubren desde los tiempos remotos del Buda y de su época (que provienen de los conocimientos y las investigaciones del autor) hasta la era moderna del Dalai Lama (que son el fruto de experiencia directa de Batchelor y de sus interacciones personales).
El entusiasmo del autor por la belleza y la racionalidad de las Enseñanzas le lleva a algunas exageraciones. Dice, por ejemplo, que "aún no encuentra un fragmento del Canon Pali que no agregue luz al conjunto." (Esto me parece exagerado; muchas partes del Canon no sólo son repetitivas y aburridas sino también oscuras y con observaciones en contradicción con otras secciones). Estos son, sin embargo, inconvenientes de menor importancia que de ninguna manera reducen la calidad general de la Confesión de un ateo budista. El libro es excelente no sólo para los recién llegados a las Enseñanzas en busca de direcciones sin afiliación y para los ya religiosos budistas de mentalidad abierta, sino también para agnósticos, ateos, pragmáticos, escépticos y mentes independientes e inquisitivas de todo tipo, a quienes Batchelor ofrece una perspectiva intelectual novedosa.

Gustavo Estrada
Autor de Hacia el Buda desde el occidente